jueves, 16 de julio de 2015

Mundo laboral: el papel de la mujer

Según datos de la Comisión Europea, las mujeres han sido quienes han aportado la mayor parte del crecimiento de la población activa en la Unión Europea durante los últimos treinta años. El porcentaje de mujeres que se han incorporado al trabajo, refleja el proceso que se ha denominado “feminización” del trabajo (Offerman y Growing, 1990)

El número de hombres ocupados tiende a disminuir, mientras que el de mujeres no ha hecho más que aumentar. Sin embargo, este avance no se ha producido por igual en todos los sectores, las mujeres siguen concentrándose en profesiones “femeninas”, con menor valoración y posibilidades de promoción, mientras que los hombres lo siguen haciendo en las que gozan de mayor reconocimiento social y económico. Más del 75% de las mujeres se concentran en el sector servicios, educación y sanidad, mientras que el sector industria, áreas energéticas y químicas siguen ocupadas por varones.
La edad y el estado de salud son los factores más determinantes en la dedicación laboral de los hombres. Aunque esto también es importante en las mujeres, el nivel de formación y las obligaciones familiares son más importantes para entender la actividad laboral y su segregación. Para conseguir tasas similares de actividad deben de cumplir requisitos adicionales: un buen nivel de formación y estar libres de responsabilidades.

La discriminación es más evidente cuanto más se asciende en la pirámide, es decir, cuanto más elitista es el puesto mayor es la discriminación. En España, según la Encuesta de Población Activa (Instituto Nacional de Estadística, 2010), las mujeres ocupan el 24% de los puestos directivos en empresas de más de 10 trabajadores y el 30% en las de menor tamaño, estas cifras se reducen hasta el 5% en los puestos de alta dirección.

La información que se tiene acerca de la percepción que tienen las mujeres sobre su situación laboral muestra que:

- Una de cada diez dice no haber tenido dificultades para conciliar trabajo y obligaciones familiares.
- Cuatro de cada diez han tenido que elegir entre promoción profesional y bienestar familiar.
- Ocho de cada diez desearían tener mayor flexibilidad horaria.

Estos datos reflejan que la discriminación sigue siendo un hecho presente.

Diversos sectores han buscado explicaciones que sitúan la causa de la discriminación o en las mujeres (teorías individuales) o responsabilizan a la estructuración organizacional y cultura de su bajo estatus social y laboral (teorías sociales) (Bem, 1981; Deaux y Major, 1987; Eagly, 1987). Existe un tercera explicación, conocida como hipótesis interactiva, que considera que los factores externos o internos interaccionan entre sí formando un entramado en el que se hace difícil delimitar donde acaba lo extrínseco y donde lo intrínseco. Por ejemplo, la culpabilidad que sienten muchas mujeres cuando no están con sus bebés es algo interno que viven con angustia, pero dicha culpa tiene sus raíces en el mandato social del rol de cuidado. Por ello, muchas de ellas, llegan a renunciar a su promoción por percibir conflicto entre el desarrollo de su carrera y las responsabilidades familiares.

Fuentes:
Barberá, E., Ramos, A. y Candela, C. (2011). Laberinto de cristal en el liderazgo de las mujeres. Psicothema, 23, 2, 173-179.